Retrospectiva
La voz del tiempo guiando el paso. Viaja conmigo, te cuento un pedacito de mi historia
“Retrospective…”
Una canción en shuffle que aún no conozco, suena de fondo y se mezcla dulcemente con el sonido del mar.
Hace tres años mis pies caminaron esta tierra, esta arena, este mar.
Volví buscando silencio y un tiempo para mí. Estos últimos días he recorrido nuevamente sus senderos, sus rincones, sus playas… y no dejo de pensar:
este paisaje guarda las mismas formas, pero cuánto he cambiado yo.
Retrospective
Retrospectiva
Retrospectivo, va (adjetivo)
Que mira o se refiere al pasado.
O en palabras más poéticas…. “La voz del tiempo guiando el paso”
¿Qué hubiera dicho la Juliana de aquel entonces, si una voz le dijera que hoy nuestra vida se vería así…?
Un recuerdo me atraviesa mientras me tomo un mezcal.
Yo, sentada en una mañana silenciosa en esta misma playa, con mis manos puestas en el pecho, intentando encontrar la voz de mi alma
(…y no pudiendo sentirla).
Me sentía desarraigada.
Me sentía perdida.
Me sentía un poco muerta por dentro.
Aunque tanta, tanta vida me atravesaba, intentando guiarme hacia aquí.
En el camino espiritual hablamos mucho de las muertes, del descenso, del vacío — del momento en el que todo se derrumba debajo de tus pies.
Pero olvidamos hablar del momento en el que, una vez atravesado el abismo, debemos volver a caminar…
Ese momento, para mí, ha sido el más difícil.
Porque cada paso hacia adelante ya no es uno inconsciente —es un paso dado en verdad y reverencia hacia lo aprendido.
Antes de que todo se derrumbara para mi, mi alma me llevó a crear ODA, mi proyecto de alma. Quizás algo muy adentro sabía que esta casa simbólica me sostendría en medio de la tormenta.
Eso siempre ha sido ella para mi,
un lugar al que vengo a rendirle un homenaje a mi vida—
a transformar mi dolor y mi inspiración en creación.
A través de ella, siempre vuelvo a encontrar fragmentos de mi profunda, antigua y poderosa alma de mujer.
Mis ojos se llenan de lágrimas mientras te lo escribo.
”As I was…”, otra canción en shuffle se cola en mis oídos y me revuelca miles de memorias que aún viven en mí, de este precioso y profundo camino.
Si estás en el camino de dar vida a tus propias creaciones del alma, probablemente resonarás con mis palabras:
Nuestro camino es nuestra mayor ofrenda.
Cada paso dado con el corazón roto.
Cada abismo al que hemos decidido lanzarnos.
Cada decisión de mirarnos bien adentro, y de abrazar lo que quizás lleva vidas tratando de ser reconocido.
Cada vez que hemos puesto una creación ahí afuera, sin saber si otros llegarán.
Cada decisión de dar pasos hacia lo desconocido —
quizás temblando por dentro,
pero con la convicción interna de seguir el llamado de lo invisible.
Retrospectiva
”La voz del tiempo, guiando el paso…”
¿Te has puesto a pensar que quizás hay una voz que viaja a través del tiempo— y que siempre ha estado guiando tus pasos?
Una vez que todo se derrumbó para mí, y tuve que volver a caminar, ODA me pedía liderarla de una manera diferente.
Ya no era un “jardín de juego”, ya no era un proyecto “de lado”. Era mi camino profesional, mi templo, mi empresa y mi musa, todo al mismo tiempo.
Pasos en coherencia debía dar… pero no sabía por dónde empezar.
Ni de dónde sacaría las fuerzas.
El primero: llegar completa y decirle SÍ a esta misión con profunda convicción.
El segundo: comunicarle a mi socia (mi hermana del alma) que ya no podríamos transitar este camino juntas — que esta parte del camino, ahora me correspondía llevarlo a mí.
El tercero: crear desde un lugar completamente nuevo, y compartir mis ofrendas, reconociendo mi valor (antes podía regalar mi trabajo con facilidad, por miedo a que nadie llegara a mis espacios)— si yo también he estado ahí.
No tenía idea de cómo hacerlo.
Y esa era gran parte de mi confusión, de mi parálisis en ese momento.
Y aquí estoy, hace tres años, con mis manos aferradas a mi pecho, sin poder encontrarme. Quizás inconscientemente, buscaba una voz que me dijera: “tranquila, no tienes que hacer nada de esto. Te lo voy a resolver, sin que tengas que pararte sola y caminar hacia esta dirección…”
Pero el camino no funciona así.
Lo sabes.
Y yo también lo sé.
Y de eso se han tratado estos últimos tres años:
de pararme — con la columna recta, el corazón abierto — y caminar.
Y aquí estoy.
Aún caminando.
Aún con un camino infinito delante mío.
Pero enraizada.
En mí.
En mi proyecto.
En mi misión.
Y en haber comprendido, con cada célula de mi cuerpo,
que hay caminos que solo puedo caminar yo.
Nadie más puede atravesarlos por mí.
Este es un camino muchas veces solitario, sí.
Pero también me ha llevado a los brazos amorosos de muchas maestras, comunidades y espacios que me han acogido mientras lo transito.
Y hoy quiero recordártelo:
no tienes que hacerlo del todo sola.
Por eso hoy acompaño a otros facilitadores, terapeutas, guías —
que, como yo, están transitando el camino del alma,
poniendo sus manos al servicio de la vida.
Entonces fue así como poco a poco, esta casa simbólica, ODA, también comenzó a recibir a otros peregrinos.
Esos quienes están convirtiendo su camino en ofrenda.
En creación.
Entonces te pregunto querido corazón:
¿Cual es ese primer paso que hoy te atreverás a dar?
Con amor,
Juliana
Si estas buscando un espacio para ser acompañada mientras le das vida a tus ofrendas, proyectos, creaciones… te tengo una invitación (y recuerda que la clave para entrar aquí, y a tu propio proyecto, es tener la fuerza interna de liderar tu camino con convicción)
EL JARDÍN
A seasonal creative container & group mentoring for soul artists
Mayo 12- Julio 15, 2025
Aplicaciones abiertas— toda la info aquí.


